lunes, 1 de febrero de 2010

cada vez que me perdiera.



no sé,
acabo de llegar a casa.
y la verdad es que de todos
los hombres que conocí, en el
primero en el que pensé fue
en ti (aunque te parezca
extraño o te sorprenda).

me hubiese encantado
tenerte aquí al llegar.
y que me sonrieras como tú
siempre lo haces.

no sé,
pero me hubiese encantado tu
abrazo en una noche como
la de hoy.

no sé,
pero me hubiese gustado tanto
tocar tu espalda. y erizarme
(contigo).

en un día como hoy.

en un día como hoy me hubiese
encantado llevarte conmigo.
y recordar tus miedos de antaño
contigo y reírnos
juntos de nada.
y de todo.

no sé,
pero hubieron varios momentos
en los que deseé que estuvieras
aquí.

hubieron tantos momentos en los
que no supe qué pensar.
ni qué sentir.

por eso hoy decidí pensarte a medias,
por si acaso mañana tampoco estuvieras.

ni te necesitara.

ni te recordara.

por si acaso mañana tampoco
supiera qué pensar.

ni qué sentir.

y en un día como hoy,
por fin

sentí la necesidad de contarte
un poquito de cómo me siento.

y que la verdad es que te siento
(y te pienso).
y que aunque no vea necesario pensarte
a cada rato,
tú sabes que te guardo
aquí adentro.